Durante un agasajo organizado por la comunidad educativa, los efectivos fueron homenajeados por su tarea de prevención y cercanía. El encuentro se desarrolló en un ambiente cargado de gratitud. La comunidad destacó que la presencia diaria de los policías en la zona no solo mejora la seguridad, sino que también genera confianza entre vecinos y familias que ven en ellos un apoyo real.
El gesto más significativo llegó de parte de un alumno, quien creó un cuadro especialmente para entregar al personal como símbolo de agradecimiento.

Además, la participación de las autoridades operativas reforzó el compromiso institucional con este tipo de acciones comunitarias. La conducción de la unidad resaltó que el trabajo de los bikers no se limita al patrullaje: también implica diálogo, acompañamiento y una mirada atenta sobre lo que ocurre en las calles y alrededor de la escuela.
También se destacó que esta intervención forma parte de un plan de proximidad que la Policía de Río Negro sostiene en distintos puntos de la ciudad. El patrullaje en bicicleta permite un contacto directo con la comunidad, una respuesta rápida y una presencia visible que, según los propios vecinos, “se nota y se agradece”.
Finalmente, desde la unidad mencionaron que continuarán reforzando las tareas comunitarias en Cipolletti, convencidos de que la prevención empieza por estar cerca y escuchar.
El agasajo, sencillo pero cargado de emoción, dejó en claro que el trabajo diario tiene impacto y que la comunidad lo reconoce.