Todo comenzó cuando un móvil policial que recorría la zona observó a dos personas en actitud sospechosa, que al ver el móvil, arrojaron camperas en plena calle. La escena, fuera de lo común a esa hora, despertó la atención de los uniformados.
Inmediatamente, los sospechosos emprendieron la huida, pero fueron alcanzados pocos metros después, en una maniobra coordinada que evitó incidentes.
Mientras los demorados, un hombre de 47 años y una mujer de 52, eran trasladados a la Comisaría 2°, los efectivos continuaron la recorrida para establecer el origen de los elementos descartados. En ese operativo, lograron detectar un local de venta de indumentaria con signos de violencia en la puerta principal, sobre calle Albarracín. Todo indicaba que el ingreso había sido reciente.
Minutos más tarde se localizó a la comerciante afectada, quien reconoció las prendas recuperadas como parte de su mercadería. Personal del Gabinete de Criminalística trabajó en el lugar, relevando huellas y cámaras de seguridad cercanas para fortalecer la causa.
Las prendas fueron restituidas en el momento, evitando mayores pérdidas económicas y dando cierre a un hecho que podría haber pasado desapercibido sin la vigilancia constante.